Se terminan los rumores que estaban alrededor de la marca de autos Bentley. Por mucho tiempo la duda más grande sobre este constructor giraba sobre si debían construir un nuevo auto con motores diésel.
También se confirmó que no será el V10 como se pensaba en un comienzo. El modelo de propulsor que Bentley elegiría es el V8 de 4.2 TDI, además se podría completar con un V6 aunque eso estaría por debajo de los registros habituales de la constructora.
Ambos motores se acoplan de gran manera a la situación actual. Especialmente por la normativa que regula las emisiones de contaminantes que suben hacia la atmósfera, por lo que no se tendría ningún problema para su comercialización en el mercado actual.
Se espera que los motores diésel de Bentley resuelvan varias de las interrogantes que hay actualmente en el mercado. La primera sería la implementación segura y sostenible de la reducción catalítica selectiva.