Las acciones de Fiat perdieron el jueves más de un 11% al quedar desilusionados los inversionistas con un nuevo plan empresarial para lanzar Fiat Chrysler Automobiles como empresa puntera global del ramo.
Los analistas dijeron que el ambicioso plan para invertir 48.000 millones de euros (67.000 millones de dólares) a fin de aumentar el volumen de producción a 7 millones de vehículos en el 2018, de 4,4 millones el año pasado, no consideró adecuadamente los requisitos de financiación. El plan no incluye un aumento de capital, y la empresa dejó abiertas las alternativas, incluyendo la posibilidad de bonos convertibles.
El director general Sergio Marchionne resaltó que el rentable sector Ferrari no está en venta tema frecuente de las especulaciones en los mercados y no es inminente una oferta pública inicial.
El analista de negocios Max Warburton dijo que el balance de Fiat en el primer trimestre, que mostró un aumento de sus pérdidas, “fue una sombría advertencia de los frágiles cimientos en los que FCA debe construir sus ambiciosos planes”.
Con reservas sobre el plan empresarial, Warburton destacó que Fiat “sufre un enorme endeudamiento, sufre los costes financieros y es solo mínimamente rentable”.
Mientras tanto, el analista de Mediobanca Massimo Vecchio considera el plan “difícil pero realizable”, y agregó que espera aclaraciones sobre la estructura del capital después que la nueva empresa comience a cotizar sus acciones en Nueva York y Milán el primero de octubre.
Vecchio dijo que Marchionne aclaró que un aumento de capital “sería prudente” pero cualquier decisión al respecto mediante una emisión de bonos corporativos sería complicada por la actuación de las acciones de la empresa, que según el director general están subvaloradas.
Las acciones de Fiat, que subieron más de un 40% desde que anunció el acuerdo el primero de enero de hacerse con el pleno control de Chrysler, cerraron el miércoles a 7,48 euros.