Autos sin conductor, como el de Google que hace unos días comenzó a circular por las calles cercanas a la compañía a modo de prueba, encuentran ahora un nuevo escollo en su desarrollo: la amenaza de hackeo.
La protección de estos autos, gobernados por diversos sistemas informáticos que lo guían, regulan su velocidad, etc. frente a ataques maliciosos debe ser de primer orden pues, en un hipotético caso en que varios de estos coches coincidieran en una vía y un ataque informático les hiciese perder el control, podría acarrear consecuencias desastrosas.
Es por ello que, según la agencia AFP, Google ha incluido en el proyecto de desarrollo del auto sin conductor a un grupo de informáticos especializados en hackeo, para fortalecer la seguridad informática del vehículo antes de que comience su comercialización (prevista para finales de esta década).