La más alta tecnología, aplicada al monitoreo del proceso de embarazo, a diferencia de lo que ocurría en décadas pasadas, permite conocer el buen estado de salud del bebé que está por nacer.
Una forma de calmar la ansiedad de la madre, y del padre, por conocer si el niño o niña, nacerá sano, aunque deben esperar hasta las 20 semanas de gestación.
Pero gracias a un ecógrafo de última generación es posible tener datos certeros acera de posibles malformaciones o enfermedades diversas, en la semana número 12, o lo que es lo mismo, en el tercer mes de embarazo.
Este ecógrafo es un adelanto que requiere de la intervención de un especialista en medicina fetal, que pueda analizar los resultados arrojados por este estudio para determinar la salud del bebé adentro de la madre.
Por medio del uso del ecógrafo, es posible estudiar al detalle tanto la anatomía como la salud del bebé adentro de la madre, como otros indicadores que a través de una ecografía tradicional no es posible lograr.
Además, con las nuevas ecografías se puede diagnosticar desde un Síndrome de Down, hasta malformaciones fetales o incluso anomalías en la madre y el bebé, como la hipertensión arterial.