Además de fluorosis dental, la ingesta de altos niveles de flúor puede ocasionar daños renales, hepáticos e incluso neurológicos, por lo que son necesarias medidas para evitar exceder los niveles permitidos en el agua para beber y en la sal de mesa, entre otras.
Así lo advirtió Nelly Molina Frechero, profesora-investigadora del Departamento de Atención a la Salud, de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), quien ha desarrollado diversos trabajos de investigación dirigido a establecer el riesgo de ingesta alta de flúor en diferentes zonas del país y en el Distrito Federal.
Indicó que el fluoruro interactúa con los tejidos causando alteraciones, hipomineralización o porosidades.
Entre los factores de riesgo destacó la altitud, la desnutrición, dentífricos y enjuagues con presencia alta de flúor e incluso agua embotellada.
La especialista añadió que los efectos en el organismo ocasionados por alto consumo de flúor además de la fluorosis dental son daños renales, del hígado, neurológicos e incluso, puede haber fluorosis esquelética, lo que incrementa el riesgo de fracturas.