Dicen que no hay arma más poderosa o peligrosa en este mundo que una mujer engañada y despechada. Algunos hombres lo han confirmado por las malas al recibir golpes, gritos y múltiples venganzas, pero sin dudas las más dolorosas son las que tienen como principal víctima a nuestro auto.
Es febrero y el amor se siente en el aire. Pero ni siquiera esta atmósfera especial para el amor hace olvidar sus malos deseos a las personas que en alguna ocasión fueron lastimadas, es por esto que durante estas fechas se registran el mayor número de venganzas de todo tipo.
A pesar de saber esto todavía hay hombres que sin pensarlo dos veces engañan a sus chicas y se arriesgan de gran manera a esto. Así que si estas pensando en jugarle una mala pasada a tu pareja piénsalo dos veces, respira y piensa en tu mejor amigo, el automóvil.
En algunos casos basta con un pequeño viaje al car wash para arreglar los problemas, pero hay otros que son tan drásticos en los que ni el mismísimo Miguel Ángel podría devolverle la belleza a lo que alguna vez fue tu auto.
Los peores casos en los que mujeres engañadas destruyeron autos fueron:
- Sellar el auto: Imagina que llegas a tu auto y no lo puedes abrir por ningún lado. La razón, tu ex colocó pegamento en todos los orificios.
- Mensajitos: No hablamos de los de texto y mucho menos de uno de amor. Pintura, disolvente y hasta objetos con punta para rayar han sido utilizados para dejar marcada la carrocería.
- Golpes y adiós a las ventanas: Es todo un clásico, cristales rotos y abollones en todo el auto. Palos, piedras y bates han sido utilizados.
- Otro color: Abres el auto y notas que algo no está bien ¡Sorpresa! Tu expareja tenía un galón de pintura y no sabía qué hacer con ella, así que tu tapicería tiene un nuevo look.
- Rediseño para el exterior: Olvida los lavados y cambios de color en la pintura. Una mujer engañada sabe como cambiarle la apariencia a tu auto, harina, espumas, líquidos fangosos y hasta temperas se han utilizado para poner otra “cara” a tu carro.
- Ácido: Aunque no lo creas hay casos en los que parece que el o la culpable son una verdadera mente malévola. Destruir el material de tu automóvil al rociar ácidos y otros disolventes son el ejemplo más claro.
- Herramientas: En lo personal el más drástico. En una ocasión un hombre salió y no pudo hacer nada más que llorar al ver que su Audi había sido atravesado por 7 piochas o picos que todavía se encontraban en el lugar.
Pero antes que se te ocurra hacer algo parecido debes recordar que todos los casos anteriores representan delito. Así que si no quieres pagar multas o incluso ir tras las rejas encuentra otra manera de hacer ver tu disgusto.