¿Te sientes hinchada? Te damos algunos remedios caseros
Puedes combatir esta sensación con remedios caseros y algunos tips naturales.
Si de repente te sientes hinchada y con muchos gases, puede ser desde intolerancia a ciertos alimentos hasta alergias estomacales provocadas por ingredientes que te irritan las mucosas o, en otros casos, por problemas para digerir la comida.
Te diremos cómo reducir los gases y la inflamación a través del cambio de los hábitos en la dieta y algunos remedios caseros contra ello.
Té de Menta
La menta, es excelente para aliviar los dolores de estómago y facilita la eliminación de gases.
Esta planta aromática, también conocido como yerbabuena, contiene mentol, lo que ayuda a tratar los espasmos musculares del tracto digestivo.
Además, te ayuda a combatir los nervios y la ansiedad.
Ingredientes: Hojas de menta, y agua caliente.
Procedimiento: Coloca en una taza una cucharadita de hojas de menta, agrega agua caliente y déjalo reposar entre 10-15 minutos.
Té de jengibre
Esta raíz de origen oriental contiene compuestos químicos que descongestionan el tracto intestinal y disipan cualquier gas que se encuentre atrapado. Además, actúa como antinflamatorio.
Ingredientes: Raíz de jengibre fresca, un rallador, agua caliente, zumo de limón y miel.
Preparación: Ralla la raíz de jengibre, ponlos en una taza y luego agrégale agua caliente, tápalo, y deja reposar por 10 minutos. Toma una taza para acabar con los gases y la hinchazón.
Cilantro
El cilantro te ayuda con la digestión y es súper efectivo para aliviar el reflujo estomacal. También tiene propiedades diuréticas.
Ingredientes: Una cucharadita de hojas de cilantro y agua caliente.
Preparación: Coloca las hojas de cilantro dentro de una taza de agua hirviendo, déjalo reposar por 10 minutos.
Té de Manzanilla
La manzanilla combate el reflujo gástrico y acaba con la indigestión. Tiene propiedades antiinflamatorias, antialérgicas, antibacterianas y sedantes.
Ingredientes: Flores de manzanilla, agua caliente, miel y zumo de limón.
Preparación: Agrega agua caliente al té. También puedes colocarle un poco de miel y zumo de limón al gusto.