Boda póstuma de policía muerto en Campos Eliseos
El ex presidente de Francia estuvo presente en la peculiar ceremonia.
Una boda póstuma fue celebrada entre Étienne Cardiles y Xavier Jugelé, el segundo se trata de un policía asesinado el pasado 20 de abril cuando un hombre disparó en contra de varios policías en los Campos Eliseos.
Desde que el matrimonio homosexual se ha legalizado en Francia no es extraño ver este tipo de celebraciones, aunque en esta ocasión el hecho de que uno de los novios no se encontrara presente si fue un hecho inaudito a considerar.
En la particular ceremonia se encontraba presente el ex presidente de Francia, François Hollande, aunque no fue la única persona con un alto cargo, pues también se encontraba presente la alcaldesa de París, Anne Hidalgo.
Este tipo de matrimonios póstumos son legales en Francia desde 1803 y es concedido “por motivos graves” y para que este se lleve a cabo se requiere, según el artículo 171 del actual código civil francés, la autorización expresa del presidente de la República.
De igual forma se debe de mostrar “sin equívocos” que la otra persona estaba totalmente decidida a contraer matrimonio con esa pareja que aún mantiene su vida.
En este caso Cardiles y Jugelé ya habían formalizado su relación desde hace cuatro años y estaban en la planificación de casarse, aunque este ataque terrorista se cruzó en su camino, lo que impidió la boda de ambos.
Un profundo discurso de Cardiles fue expresado en la celebración de la ceremonia “Sufro sin odio”, dijo ante las máximas autoridades del país y ante las cámaras que retransmitieron sus palabras a toda Francia. Y le hizo una promesa a quien fuera su pareja durante tanto tiempo: “Estarás en mi corazón para siempre”.
Esta semana fue cuando Cardiles pudo cumplir su palabra, y aunque no podrá pasar el resto de sus días a lado de su pareja, ha podido realizarle un homenaje con el plan de matrimonio que tenían desde antes de su deceso.
Uno de los amigos de los novios y asistente a la boda comentó a los medios locales que a pesar de que se trataba más de un homenaje a Xavier, en ningún momento se sintió tristeza dentro de la ceremonia.