Louis Vuitton despide a modelo por considerarla demasiado “gorda”

Ulrikke Hoyer, modelo danesa que ha trabajado para Stella McCartney o Chloé, terminó su relación con Louis Vuitton, la firma que la contrató para desfilar en el show que tuvo lugar en Kyoto, por ser considerada demasiado “gorda”.

Hoyer era parte ya del desfile. Al llegar a Japón, un responsable del casting le dijo que su cara, su espalda y su estómago estaban “hinchados”, y le sugirió que en las siguientes 24 horas no tomara más que agua. La noche siguiente, su agente le confirmó que había sido despedida y que debía volver a casa. Sí, así de trágico.

Ulrikke Hoyer, denunció el viernes pasado haber sido despedida por estar “gorda”. La joven usa una talla 34-36.

Ashley Brokaw, la persona encargada precisamente de aquel casting, piensa que el incidente se produjo por una serie de “malentendidos”. “Nos dijeron que sus caderas medían 92 centímetros”, confiesa.

Brokaw ha negado, sin embargo, que no se permitiera a la joven comer durante un día y asegura que le dijeron a todas las modelos sin distinción que solo bebieran agua porque no querían que consumieran café, alcohol o refrescos. “He estado en el negocio por 20 años y nunca había experimentado nada igual”, ha recibido amenazas de muerte. “Es horrible”, afirma.

En el post de Facebook donde Hoyer relata el incidente, exime de responsabilidad a Nicolas Ghesquière, director creativo de Louis Vuitton, pero pone el dedo en llaga: la culpa es de una industria que produce ropa para mujeres con desórdenes alimenticios.

Ulrikke Hoyer ha trabajado para firmas como Valentino, Versace, Hugo Boss y John Galliano. Fue tenista profesional y tiene una larga trayectoria en deportes de élite. Publica su caso con la esperanza de que algo así no vuelva a suceder.

Ella sabe, según ha comentado en redes, que se arriesga a no encontrar trabajo, pero no le importa porque cree que lo correcto es denunciar las situaciones a las que están sometidas muchas modelos por parte de la industria. Bien por Hoyer.