Muere en ataque aéreo líder religioso del Estado Islámico en Irak
Junto con él murieron otros líderes y militantes islamistas
El Ejército de Irak anunció hoy la muerte de uno de los más altos líderes religiosos del grupo radical Estado Islámico (EI) en un ataque aéreo contra zonas controladas por los yihadistas en el barrio de al-Rifai, en el este de Mosul, ciudad en el norte iraquí.
Varios objetivos del grupo armado fueron destruidos por aviones de la coalición árabe liderada por Estados Unidos, incluido el inmueble donde se encontraba Abdulá al-Badrani, muftí legítimo del EI, también conocido como Abu Ayoub al-Atar, informó la dirección de inteligencia del ejército iraquí.
Al-Badrani emitió muchos decretos religiosos (fatwas) que permitieron a los yihadistas cometer torturas, asesinatos y abusos a los derechos humanos contra los civiles en comunidades enteras, por lo que era considerado un líder en extremo radical.
Así, otorgó autoridad a los militantes del grupo para atacar de manera impune a los civiles, a quienes declaró apóstatas que merecen ser asesinados, de acuerdo con reportes de la prensa árabe.
Junto a al-Badrani murió Ibrahim al-Awni Hayali, conocido como Abu Barak y líder del grupo en al-Rafai, así como otros militantes del Estado Islámico, precisó el ejército en un comunicado.
Las fuerzas de seguridad iraquíes continúan este viernes tratando de retomar la mezquita al-Nuri en el área vieja de la ciudad y seguir avanzando sobre el territorio ocupado en Mosul, considerada el último bastión urbano de los yihadistas en Irak por lo que el gobierno está decidido a recuperarla.
La Mezquita de al-Nuri es un objetivo importante, ya que es donde el líder del grupo EI, Abu Bakr al-Baghdadi, apareció por primera vez después de declarar un califato en partes de Irak y Siria en 2014.
La revista estadounidense Time lo consideró el hombre más peligroso del mundo, y el diario francés Le Monde como sucesor de Osama Bin Laden.
El diario británico The Guardian lo comparó con el pastor Jim Jones, que condujo a casi mil de sus seguidores a un suicidio colectivo en Guyana en 1978. El Departamento de Estado de los Estados Unidos ofrecía una recompensa de 10 millones de dólares por información viable que lleve a su captura o muerte. Lo supera en la lista de los terroristas más buscados el líder de Al Qaeda, Aymán al-Zawahirí.
En noviembre de 2014, la revista Forbes lo incluyó por primera vez en el listado de las personas más poderosas del mundo, ocupando el puesto 54.