Piel electrónica, lo nuevo para monitorear nuestra salud.
El invento desarrollado en Japón tiene muchos potenciales
Investigadores en Japón han desarrollado “piel electrónica” con un circuito orgánico que se puede usar en el cuerpo humano. Es 10 veces más delgado que una célula de la piel y más ligero que una pluma.
Tiene muchos usos potenciales, incluyendo la supervisión de salud del usuario, o podría ser meramente estético al funcionar como un tatuaje electrónico y, por qué no, en el futuro generar una imagen de televisión en nuestra propia mano ¡o simplemente avisarte que tu bebé necesita un cambio de pañal!
El profesor Takao Someya de la Universidad de Tokio, en entrevista con BBC, explicó que se pueden introducir las funciones directamente en la superficie de la piel electrónica, lo que le permite prescindir de cualquier aparato adicional que lo haría incómodo o pesado en su utilización.
Además, la producción de una piel electrónica es un proceso sumamente rápido, unos tres días, para hacer un circuito que funcione como termómetro, para medir ritmo cardiaco, etc.
El material con el que es elaborado es sorprendentemente elástico, pues puede doblarse o comprimirse, retomando su forma original casi de manera inmediata.
Pero, sin duda, este invento no sólo ha llamado la atención de la industria médica: las empresas de telefonía celular, compañías dedicadas al internet o la producción de contenido, ven en esta aplicación un potencial tremendo que sin duda llegará al mercado pronto: televisión de alta definición en tu mano, videollamadas, chat, geolocalización, sistemas de reservación en línea, etc. Según el profesor Someya, todo eso podrá ser posible en unos 4 ó 5 años más.
Takao Someya recibió su doctorado en Ingeniería Eléctrica por la Universidad de Tokio en 1997. Desde 2009, ha sido profesor del Departamento de Ingeniería Eléctrica y Electrónica de la Universidad de Tokio. De 2001 a 2003, trabajó en el Nanocenter (NSEC) de la Universidad de Columbia, y en Bell Labs y Lucent Technologies como Visiting Scholar. Desde 2009, ha sido un Global Scholar en la Universidad de Princeton y actualmente es Director del Proyecto NEDO/JAPERA y Director de Investigación de un proyecto JST/ERATO (ambos desde marzo de 2011).