México, 5 Dic (Notimex).- Con la reciente publicación de su libro Ensayo sobre el lugar silencioso, en el que ofrece una irónica divagación sobre el valor contemplativo del cuarto de baño, el dramaturgo, poeta y novelista austriaco Peter Handke celebra este domingo 73 años de vida.
El ensayo publicado por Alianza Literaria es la cuarta entrega de una serie de cinco textos en los que Handke exploran temas y lugares aparentemente marginales como el cansancio, las jukeboxes, los bares del extrarradio de las ciudades o las estaciones de tren, señala el portal elpais.com.
En este ensayo, su teoría de la percepción se complementa con una nueva reivindicación del aislamiento y del espacio de meditación, pues el autor vive desde hace muchos años en un suburbio ubicado en el sur de París, Francia, rodeado de árboles y jardines.
Describo lugares de ensanchamiento, donde las fronteras no son estrechas. Pero en el fondo quería contar lo que son los lugares silenciosos en la vida de una persona. Se trata de una especie de autobiografía fragmentaria mía, expresó el escritor en una entrevista realizada por el diario español.
Peter Handke, quien es considerado uno de los escritores de lengua alemana más originales de la segunda mitad del siglo XX, nació el 6 de diciembre de 1942 en Griffen, Austria. Desde joven sintió atracción por las letras, sin embargo, en 1961 ingresó a la Universidad de Graz, donde estudió Derecho, menciona el sitio web www.britannica.es.
Comenzó a escribir al mismo tiempo novelas, obras de teatro, poesía y prosa, con la osadía de distanciarse de las convenciones literarias establecidas y de tomar contacto con el mundo interior, un concepto que retoma de Johann Wolfgang von Goethe (1749-1832).
En 1966 publicó su primera obra bajo el título Los avispones además de estrenar tres obras de teatro, entre las que se encontraba Insultos al público, una controvertida obra de antiteatro en la que cuatro actores discutían con el público, menciona el portal www.epdlp.com.
En 1969 presentó su primera colección de poemas, “El mundo interior del mundo exterior del mundo interior” y al año siguiente salió a la luz su narración detectivesca “El miedo del portero al penalty” (1970).
En 1973 la Academia Alemana de Lengua y Poesía de Darmstadt, le otorgó el Premio Georg Büchner, mismo que devolvió en 1999 para manifestar su inconformidad por la participación de Alemania en la guerra de los Balcanes.
En 1974, su estilo se hizo mucho más personal e íntimo con Un dolor más allá de los sueños: una historia de vida, trabajo que grabó con profunda sensibilidad y comprensión de los acontecimientos de la vida de su madre, que la conducen al suicidio.
Ya con varios libros en su haber, Handke se involucró con el séptimo arte y realizó largometrajes como La mujer zurda y La ausencia, aunque su pasión por la escritura nunca desapareció y lo motivó a seguir expandiendo su extensa producción literaria.
Entre sus obras se encuentran El momento de la sensación verdadera (1975), Lento regreso (1979), Por los pueblos (1981) y El chino del dolor (1983). Además, ha escrito colecciones poéticas, ensayos como Ensayo sobre el cansancio (1989) así como guiones cinematográficos y artículos periodísticos.
En los años 90 publicó Un viaje de invierno a los ríos Danubio, Save, Morava y Drina (1995), Justicia para Serbia (1996), Apéndice de verano a un viaje de invierno (1997) y Preparativos para la inmortalidad (1997), menciona el portal www.biografiasyvidas.com.
Peter Handke es considerado por los medios como un autor transgresor de culto, quien define a sus relatos como lejanos y que se balancean hacia la lejanía.
Por lo general aborda descripciones espaciales y personajes que comparten siempre su protagonismo con el de las casas donde viven, los caminos o carreteras por los que transitan; los bares o los cines a los que acuden.
Según Peter Handke admira las obras de autores como Johann Wolfgang von Goethe (1749-1832), Franz Kafka (1883-1924), Adalbert Stifter (1805-1868) y Ludwig Hohl (1904-1980).
A lo largo de su carrera ha recibido distintos premios, el que más destaca es el Premio de Literatura Franz Kafka en 2009 de la ciudad de Praga. Algunos de ellos fueron rechazados por el autor, como el Heinrich Heine de Berlín, y en algunas ocasiones realizó la donación del importe en metálico.