LONDRES (AP) Legisladores británico aprobaron el miércoles por amplia mayoría que Gran Bretaña se una a la campaña internacional de ataques aéreos contra el grupo Estado Islámico en Siria, después de que el primer ministro David Cameron sostuvo que bombardear a “monstruos medievales” en el corazón de su territorio haría que Gran Bretaña esté más segura.
La votación de 397-223 en la Cámara de los Comunes significa que los aviones de combate de la Real Fuerza Aérea que de antemano operan contra el grupo EI en Irak desde una base en Chipre podrían estar volando sobre Siria en cuestión de horas.
El ministro de Relaciones Exteriores Philip Hammond dijo a Channel 4 News que los ataques comenzarían “muy pronto… probablemente no esta noche, pero podría mañana por la noche”.
Manifestantes en contra de la guerra protestaron afuera del Parlamento y abuchearon cuando se enteraron del resultado de la votación. La decisión ocurrió después de un sensible debate de 10 horas y media en el que Cameron dijo que Gran Bretaña debe atacar a los milicianos en el corazón de su territorio y no “sentarse a esperar a que ellos nos ataquen”.
Los opositores argumentaron que la entrada de Gran Bretaña al ya atestado espacio aéreo de Siria significaría poca diferencia, y dijeron que el plan militar de Cameron está basado en un pensamiento ilusorio que pasaba por alto la desordenada realidad de la guerra civil siria.
Cameron ha querido desde hace mucho tiempo atacar al grupo EI en Siria, pero no había estado seguro de obtener un apoyo mayoritario en la Cámara de los Comunes, hasta ahora. Sufrió una derrota bochornosa en 2013 cuando legisladores rechazaron una moción que respaldaba ataques sobre las fuerzas del presidente sirio Bashar Assad.
La atmósfera ha cambiado después de los ataques terroristas del 13 de noviembre en París que mataron 130 personas, los cuales se atribuyó el grupo EI. Tanto Francia como Estados Unidos urgieron a Gran Bretaña a unirse a su campaña en Siria, y Cameron dijo que Gran Bretaña no podía decepcionar a sus aliados.
Señaló que Gran Bretaña ya era uno de los objetivos principales de ataques del grupo Estado Islámico, y que ataques aéreos reducirían la capacidad de la organización extremista de planear más masacres como la de París.
“¿Trabajamos con nuestros aliados para degradar y destruir esta amenaza y vamos tras estos terroristas en el corazón de sus territorios, desde donde están planeando matar británicos?”, preguntó el primer ministro. “¿O nos sentamos y esperamos que ellos nos ataquen?”.
Señaló que atacar al grupo Estado Islámico no era antimusulmán, sino “una defensa del Islam” contra los “monstruos medievales violadores de mujeres y asesinos de musulmanes”.
Cameron fue respaldado por la mayoría de los miembros de su gobernante Partido Conservador el cual tiene 330 de los 650 escaños de los Comunes_, así como por miembros del más pequeño Partido demócrata Liberal y otros.
El partido Laborista, la principal oposición, estuvo dividido.