LONDRES (AP) Como si el Banco Central Europeo necesitara más motivos para inyectar otra dosis de estímulos a la economía de la eurozona, cifras oficiales del miércoles mostraron que la inflación en la región se mantiene preocupantemente baja.
La inflación anual de la eurozona, conformada por 19 países, se mantuvo en noviembre en 0,1%, informó la agencia de estadística de la Unión Europa, lo que estuvo por debajo de las expectativas del mercado de un modesto aumento del 0,2% y muy inferior a la meta del BCE de justo por debajo del 2%.
Ante la débil inflación y poco crecimiento, se espera que el banco central anuncie otro estímulo para la eurozona al concluir el jueves su reunión de políticas a pesar de algunas reservas dentro del consejo gobernante del BCE.
La mayoría de los economistas pronostican que el BCE incrementará el precio para que los bancos comerciales guarden su dinero en el banco central bajando aún más a cifra negativa la llamada tasa de captación y extenderá su actual programa de compra de bonos de gobierno de 1,1 billones de euros (1,2 billones de dólares).
Jonathan Loynes, jefe economista en Capital Economics, dijo que las cifras de inflación dan “luz verde” al BCE para anunciar el jueves “el estímulo muy necesitado”.
“Es probable que el BCE esté nervioso de que un periodo más largo de baja inflación provoque una mayor caída en las expectativas de inflación y mañana actúe de acuerdo a eso”, dijo Loynes. Espera que el BCE incremente su ritmo de compras de activos mensual de 60.000 millones de euros a 80.000 millones de euros y reduzca su tasa de depósito en 0,20 puntos porcentuales a -0,4%.
El objetivo de ambas medias será avivar la inflación y dar un empuje a la actividad económica en la región a través de una combinación de tasas de interés bajas y más préstamos bancarios.
Los responsables de la política del BCE estarán particularmente preocupados por el hecho de que la inflación subyacente, que elimina artículos volátiles como la energía, comida, alcohol y tabaco, cayera a 0,9% desde 1,1%.
Durante más de un año, la inflación en la eurozona, al igual que en varias partes del mundo, ha sido muy baja y en ocasiones incluso negativa, en gran parte porque los precios del petróleo y servicios han caído fuertemente en los mercados financieros.