Querétaro, 31 Oct (Notimex).- La receta del pan de muerto es prácticamente la misma en todo el país, pero el toque especial en Querétaro es el azahar, aseguró la repostera Delia Santibáñez.
Se trata de una flor blanca del naranjo que da al milenario alimento un sabor agridulce, como agridulce es la convivencia entre la vida y la muerte.
En entrevista con Notimex, Santibáñez comentó que la receta del pan de muerto no varía en términos generales, ya que se trata de un alimento, cuya elaboración data de hace muchos años, pero además se busca respetar la elaboración y condimentos originales.
En casi 40 años que llevo haciendo pan, bollería y alta repostería no sé de una receta diferente y si acaso, en algún lugar de la República le agregan un ingrediente especial para dar un toque particular, como en mi caso, la flor de azahar, puntualizó.
Recordó que el pan de muerto tiene un valor muy especial en la celebración del Día de Muertos, que no puede faltar en las ofrendas y altares, como un homenaje a quienes ya partieron de este mundo: “en el pan perpetuamos la memoria de los seres queridos que ya murieron”.
Refirió que según versiones, en este alimento están representados el ciclo natural de la vida y la muerte, el cráneo humano, el esqueleto, las lágrimas derramadas y los cuatro puntos cardinales, dedicados a igual numero de deidades prehispánicas.
Respecto a los ingredientes, la experta dijo que son: un kilogramo de harina, 30 gramos de levadura instantánea, 10 gramos de Maximix 40 (opcional), 300 gramos de azúcar, cinco gramos de sal, ocho piezas de huevo, 100 gramos de mantequilla, 80 gramos de manteca vegetal y el equivalente a una taza de agua.
Además aquí agregamos flor de azahar o flor de naranjo, a la que se atribuyen propiedades terapéuticas y sedantes, y nos permitirá dotar de un sabor agridulce al tradicional pan de muerto, enfatizó la queretana, quien presumió haber prestado sus servicios en panificadoras y reposterías francesas en la Ciudad de México.
Por muchos es sabido que la flor de azahar ayuda a conciliar el sueño, quitar los dolores premenstruales, de estómago y de cabeza, además de que nos permite saborear un pan agridulce, como agridulce es la convivencia entre la vida y la muerte, hizo hincapié la repostera.
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