La presidenta, cuya apoyo cayó 6.7 por ciento en apenas dos meses, según el más reciente sondeo de intención de voto, aseguró que será la candidata del Partido de los Trabajadores (PT), aunque partidos políticos socios le retiren el apoyo.
Si no tuviera el apoyo de la base, iré hacia delante, enfatizó Rousseff al anunciar que buscará la reelección presidencial.
De esa forma se refería a la declaración de dos diputados del Partido de la República (PR) que pidieron el lunes el retorno de Luiz Inacio Lula da Silva presidente entre 2000 y 2010- para los comicios de octubre próximo.
Lula, cuya popularidad en el país es mayor que la de cualquier político y sus declaraciones públicas son seguidas con atención, ha negado en varias ocasiones una nueva candidatura.
Pero versiones de la prensa brasileña sostienen la posibilidad de que el exsindicalista retorne a la contienda presidencial si el PT se hunde en los sondeos.
Está previsto que el PT anuncie de manera oficial el viernes la candidatura de Rousseff, aunque un eventual cambio de candidato se puede producir hasta 20 días antes de los comicios, previstos para el 5 de octubre, según la legislación electoral brasileña.