Tras nueve años de gobernar Canadá, Stephen Harper busca la reelección

Por Isabel Inclán. Corresponsal

Toronto, 18 Oct (Notimex).- El líder conservador Stephen Harper gobierna Canadá desde 2006 y busca mantenerse en el poder por cuatro años más, arguyendo que el país se encuentra en estabilidad política, económica y social y ofreciéndose como la mejor opción para lidiar con la amenaza del terrorismo.

El actual primer ministro tiene 56 años de edad, nació en Toronto pero se cambió a la provincia petrolera de Alberta, donde estudió Economía en la Universidad de Calgary y después trabajó en la industria petrolera.

Comenzó su vida política en la década de los noventa siendo diputado en Calgary, Alberta, de los partidos que antecedieron al actual Partido Conservador Canadá (CPC).

Como líder del grupo de extrema derecha Alianza Canadiense, Harper buscó fortalecer el ala conservadora del país y logró la adhesión del Partido Conservador Progresista, dando lugar al Partido Conservador de Canadá.

Bajo la dirigencia de Harper, el CPC ganó 25 diputaciones en las elecciones de 2004 y dos años más tarde el político logró desbancar a los liberales, que llevaban 13 años gobernando, aunque sólo consiguió un gobierno de minoría.

En las elecciones de 2008, Stephen Harper logró reelegirse, pero repitió el gobierno de minoría.

No fue sino hasta 2011, que el Partido Conservador -como se le conoce- aprovechó la crisis al interior del Partido Liberal -que enfrentaba la falta de una sólida dirigencia y acusaciones de un escándalo de patrocinio- para convencer a los indecisos, con lo que ganó su primer gobierno de mayoría.

Harper es un político conservador que no fácilmente cae en provocaciones. En los diversos debates que ha protagonizado siempre mantiene una posición evasiva. Es un hombre serio, no gesticula mucho ni entra en contacto directo con el público.

A él se le debe el “impasse” que existe en la tradicional reunión de los “tres amigos”. Los mandatarios de México, Canadá y Estados Unidos se reunían cada año en uno de estos países para tratar temas comunes como socios del Tratado de Libre Comercio de América del Norte.

La reunión de este año se debía haber llevado a cabo en febrero en Canadá, pero Harper la pospuso para después de las elecciones generales de este 19 de octubre.

Los analistas políticos aseveran que la verdadera razón es que “ya no hay tres amigos”. El presidente estadunidense Barack Obama se niega a aprobar el proyecto canadiense para construir el gasoducto Keystone XL que transportaría gas desde Alberta hasta Nebraska, por su impacto ambiental.

En tanto, las relaciones entre México y Canadá se enfriaron luego de que repentinamente Harper impuso el 14 de julio de 2009 el requisito de visa para los mexicanos, lo cual impactó negativamente al sector turístico canadiense (sus ingresos cayeron 50 por ciento).

El gobierno de Harper se ha distinguido por su cercanía con Israel, su participación activa con aviones de combate en la guerra contra el Estado Islámico y la aprobación de leyes antiterroristas criticadas por ir en contra de los principios fundamentales de libertades en Canadá.

En octubre del año pasado, por primera vez en su historia la pacífica Canadá fue blanco de dos ataques terroristas dentro de su territorio en menos de 48 horas. En ambos casos, uno en Québec y el otro en la sede del Parlamento Federal en Ottawa, los atacantes eran canadienses convertidos al Islam que mataron a soldados canadienses.

Los hechos dieron lugar a que la mayoría conservadora en el Parlamento aprobara dos leyes antiterroristas, la C-24 y la C-51 que dan más facultades a las agencias de seguridad para detener a algún sospecho de terrorismo e incluso retirar la ciudadanía canadiense a los inmigrantes acusados de participar en operaciones terroristas.

El rechazo de Harper a abrir las puertas de Canadá a más refugiados sirios para hacer frente a la actual crisis, así como su política en contra del “niqab” (velo) de las mujeres musulmanas en ceremonias cívicas, le ha traído fuertes críticas que se han reflejado en las encuestas.

Según los últimos sondeos antes de la jornada electoral de este lunes, el CPC está siete puntos porcentuales debajo de los liberales, lo que lo coloca en un segundo lugar de las preferencias.

En su último acto de campaña de este domingo, Harper estuvo acompañado de Rob Ford, el controversial exalcalde de Toronto, que protagonizó varios escándalos relacionados con las drogas y el alcohol.

Un Stephen Harper políticamente debilitado, cuestionado por sus recientes políticas antisociales, llega a las elecciones de este lunes con la esperanza de que el temor que fomentó entre los canadiense por la amenaza del terrorismo “dentro de casa” sea lo suficientemente fuerte para lograr el voto popular.

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