Según la investigación, revelada hoy por el diario El Tiempo y la revista británica Nature, la causa de este fenómeno es por el cambio climático y los extremos en las precipitaciones. Los científicos analizaron la cantidad de carbono emitido a la atmósfera en la cuenca del Amazonas en 2010, un año extremadamente seco, y 2011, en el que el volumen de precipitaciones superó lo habitual.
En el año de sequía, el que hasta ahora era considerado el pulmón del planeta liberó cantidades sustanciales de dióxido de carbono a la atmósfera, mientras que en el año húmedo liberó y absorbió la misma cantidad. En 2011, el balance de CO2 se mantuvo neutral, pero en ninguno de los dos casos consiguió reducir la cantidad de ese gas contaminante en la atmósfera ni fomentó su enfriamiento, anotó la reseña periodística.
Para los investigadores, la región amazónica está cambiando con más años muy secos y muy húmedos. Si esta tendencia continúa, la región se convertirá en una fuente de dióxido de carbono que acelerará el calentamiento global.