Peter Kohtz, propietario del popular restaurante Luna Park de Los Angeles, dice que cada vez que uno de sus cantineros exprime un limón en una bebida él se sobresalta un poco.
Luna Park, conocido por su enorme selección de cocteles, es uno de miles de restaurantes que han caído víctimas de la Gran Crisis de Cítricos Verdes de 2014, una severa escasez de limones que ha ocasionado que los precios de este fruto hayan aumentado rápidamente en semanas recientes.
Una caja de 200 limones cuesta ahora entre 80 y 130 dólares, frente a 15 dólares que costaba el año pasado, como consecuencia de una tormenta perfecta de circunstancias, desde la plaga que azotó los cítricos en Florida en 2001 que liquidó la mayoría de los árboles del fruto hasta inundaciones, pasando por los esfuerzos de los cárteles de drogas para perturbar los suministros de México, principal proveedor de Estados Unidos.
El costo podría no parecer un problema tan grande, hasta que uno se da cuenta que el jugo de limón es un ingrediente principal de cada margarita, mojito o mai tai. También se requiere limón para mezclarlo con pescado fresco en la preparación de ceviche. Es el limón, mezclado con aguacate, el que produce guacamole, fundamental en cualquier restaurante mexicano.
“Es simplemente una de esas cosas que uno da por sentado. Uno nunca piensa realmente al respecto porque siempre está ahí”, dijo Kohtz, señalando que sus cantineros exprimen un limón entero en la mayoría de las bebidas especiales.
Hasta ahora, parece ser que el aumento en el precio del limón no ha sido trasladado a los clientes, según directivos de la industria, pero la gente lo está comenzando a notar de otras maneras.