“Que no parezca que estamos haciendo algo demasiado exótico o raro o en ataque o contra ciertos grupo de la población; el mundo entero se está moviendo en esa dirección: aumentando el IVA y bajando los impuestos al trabajo, y a la creación de empleos y la inversión”, sostuvo.
Al participar en un diálogo organizado por la organización “El México que queremos”, Gurría también se pronunció por eliminar privilegios fiscales, quitar el subsidio a las gasolinas y mayor responsabilidad fiscal de estados y municipios.
El funcionario de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) dijo que antes de empezar a cobrar más impuestos hay que asegurar que todo mundo pague lo que tiene que pagar y cambiar las leyes fiscales para que no tengan tantos “agujeros”. Además, abundó, los regímenes fiscales deben ser de aplicación general, transparentes y sencillos, pues esto dará un fuerte ingreso para dedicarlo a través del presupuesto para financiar a los más vulnerables.
Aclaró que el pronunciamiento de la OCDE respecto al incremento al Impuesto al Valor Agregado (IVA) es porque “lo que queremos que el Estado mexicano pueda recibir todos los recursos que tiene recibir para poder descargar mejor su obligación, que es apoyar a los más vulnerables”.
“El asunto del IVA es más viejo que los cerros y no para que el Estado apoye menos a los pobres al contrario, para que los ayude más”, añadió al precisar que de lo que se trata es de darle al Estado mexicano la capacidad de apoyar a los más vulnerables”.
Respecto a la reforma energética, el secretario general de la OCDE consideró fundamental cambiar el régimen fiscal de Petróleos Mexicanos (Pemex) para que deje de ser la principal fuente de impuestos del país. “Si no cambiamos el régimen fiscal aplicable a Pemex, va a ser muy difícil que tenga la capacidad, fuerza y la flexibilidad necesaria para poder estar competitivo”, enfatizó.
Sobre la participación privada en la paraestatal, opinó que este sector debe de hacerlo para complementar los recursos públicos y permitir el pleno desarrollo de la industria, no sólo de la empresa petrolera, sino en gas o petroquímica.
José Ángel Gurría Treviño expresó que ante el “triste panorama” de la economía global, que enfrenta un coctel de un alto desempleo, bajo crecimiento y creciente desigualdad, se requiere confianza en las instituciones; en México “se está viendo mejor, se nota que están pasando cosas”.
Comentó que a raíz de los resultados electorales de los pasados comicios presidenciales, ahora se ha privilegiado la política y es posible que las iniciativas de ley ya salgan “bastante planchadas” y discutidas, pues ya hubo una negociación previa. Además, anotó, se ha escogido impulsar reformas estructurales en temas que estaban pendientes desde hace 15 años y ahora en unos meses se ha avanzado en ellos, con “buena calidad de leyes”.
A México le tocó sufrir el impacto de la reciente crisis económica global debido a su apertura comercial y al fuerte vínculo que tiene con Estados Unidos, pero su recuperación económica ha sido más rápida y mantiene un crecimiento de entre tres y cuatro por ciento, resaltó.
No obstante, advirtió que existen hechos a nivel internacional sobre las cuales México no tiene ningún control, pues aún hay una enorme fragilidad y vulnerabilidad en la economía global y factores ajenos al país pueden afectar de forma severa. La respuesta de México ante este entorno internacional son las reformas estructurales, algunas de las cuales ya fueron aprobadas, y después la implementación de estos cambios, puntualizó.