Ciudad del Vaticano, 18 Sep (Notimex).- El Vaticano confirmó hoy que el Papa Francisco y el presidente de Palestina, Mahmud Abbas, sostuvieron una conversación vía telefónica en la cual dialogaron sobre la situación en Medio Oriente.
No obstante la confirmación, la sala de prensa de la Santa Sede aclaró que no tiene nada que informar respecto al contenido de la charla que ambos líderes sostuvieron el jueves, y de la cual sí dio detalles una nota de la diplomacia palestina.
La nota indicó que Abbas le comunicó al pontífice sobre la agresión israelí en curso en el este de Jerusalén, y en particular en la mezquita de Al Aqsa, y expresó la preocupación palestina de que Israel esté transformando una cuestión política en un conflicto religioso.
Añadió que el Papa Francisco expresó la preocupación de la Santa Sede por lo que ocurre en Jerusalén.
Además, advirtió sobre los riesgos ligados al crecimiento de la intolerancia y el extremismo, y también expresó su preocupación por la transformación de la crisis política en un conflicto religioso.
El presidente Abbas actualizó al Papa de los últimos desarrollos en el Valle del Cremisan, en la zona de Beit Jala y en Belén, donde las fuerzas israelíes iniciaron la construcción de un muro ilegal de anexión de tierras que pertenecen a familias palestinas de fe cristiana, indicó.
Agregó que los dos líderes hablaron también de la próxima Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Según el comunicado palestino, el obispo de Roma se dirigió al presidente Abbas como un hombre de paz con la mano tendida para alcanzar una solución, y manifestó su determinación por la paz.
Apuntó que Abbas terminó la conversación agradeciendo a la Santa Sede por sus posiciones a favor de la paz y la justicia, incluido el reconocimiento del Estado de Palestina y la canonización de las dos santas palestinas Marie Alphonsine Ghattas y Mariam Baouardi.
También incluyó en sus agradecimientos el supuesto apoyo del Vaticano a que la bandera palestina sea incluida entre las que ondean en la ONU, pese a que solo tiene estatus de Estado miembros observador, como el Vaticano.
Sin embargo, la Santa Sede no ofreció ningún apoyo a esa iniciativa y en realidad se mantuvo al margen, declarando en público que no se opondrá al proyecto, pero haciendo notar que una vieja tradición establece que en las sedes de la ONU solo ondean las banderas de los Estados con calidad de miembros plenos.