El Pontífice argentino volvió a ser protagonista de un hecho inédito: fue fotografiado cuando “jugaba” con un cordero sobre sus propios hombros, al visitar un pesebre en la parroquia romana de San Alfonso de Ligouri.
Todo ocurrió cuando el papa Francisco saludaba a los más de 200 asistentes, cuando una mujer tomó un borrego que formaba parte del pesebre y lo colocó sobre los hombros de Jorge Mario Bergoglio, que no hizo otra cosa que mostrar su clásica sonrisa.
La imagen inmediatamente se volvió viral en las redes sociales y tuvo gran recepción debido a esta nueva faceta de Francisco: su relación con los animales.