El caso de Irma López, una indígena mazateca de 29 años, atrajo la atención nacional debido a una fotografía en la que aparece en cuclillas recargada a una pared y aún ligado a ella por el cordón umbilical y su bebé en el pasto. La imagen fue ampliamente circulada por medios sociales originó que otros casos salieran a la luz en los últimos meses con fotos y videos de alumbramientos, principalmente en el estado de Oaxaca, pero también en Puebla y Chiapas.
El secretario de Salud de Oaxaca Dr. Germán Tenorio reconoció la responsabilidad “por la inadecuada atención médica” a Irma Lopez y a su bebé durante el parto en octubre en el poblado de San Felipe Jalapa de Diaz.
“El estado de Oaxaca pide perdón a Irma López Aurelio y a su menor hijo”, dice el comunicado.
Tenorio dijo que la disculpa se debe a la recomendación que la Comisión Nacional de los Derechos Humanos emitió en enero para reparar el daño a López. La comisión además recomendó al estado que los hospitales y clínicas capaciten a su personal sobre los derechos humanos.
López llegó una hora y media antes de dar a luz con fuertes contracciones pero relató que una enfermera le dijo que aún no estaba lista porque sólo tenía ocho meses de embarazo. Se le rompió la fuente poco después.
Activistas han reclamado la falta de acceso a recursos de salud para comunidades indígenas. La semana pasada, defensoras de los derechos de las mujeres que representan a López acudieron a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, en Washington, para denunciar lo que calificaron como un patrón de rechazo a indígenas embarazadas en hospitales, clínicas y centros de salud que las obliga a dar a luz en la calle.
El Grupo de Información en Reproducción Elegida ha informado que se tiene documentado al menos 20 casos de mujeres que alumbraron justo afuera de hospitales o centros de salud debido a que no había espacio o personal capacitado.