ST. LOUIS, Missouri, EE.UU. (AP) La fabricación de metanfetamina ha caído en algunos de los estados del centro-norte de Estados Unidos que han tenido más problemas con la droga durante años, pero el flujo de las baratas importaciones procedentes de México han llenado el vacío de mercado entre los drogadictos, según los expertos.
Las leyes que han restringido la venta de un ingrediente que se encuentra en muchos medicamentos para el resfriado y que es clave para la fabricación de metanfetaminas parecen haber tenido el efecto deseado: la agencia antidrogas (DEA, por sus siglas en inglés) no proporciona datos de menos de un año sobre las incautaciones de laboratorios de estas sustancias, pero agentes antidrogas en varios estados que en general registran las redadas contra estos laboratorios dicen que han visto una disminución muy fuerte.
Missouri está en camino de registrar un desplome de 40% en las incautaciones de laboratorios de metanfetaminas frente al año pasado, según datos de la Patrulla de Caminos del Estado de Missouri. Las operaciones en Oklahoma están a punto de cerrar el año con un desplome de 33%, mientras que en Tennessee han bajado un 48%.
Los desplomes, sin embargo, no significan que los usuarios se estén alejando de la droga altamente adictiva.
“Lo que estamos escuchando de nuestros colegas en todo el centro-norte es que todos estamos viendo una caída en los laboratorios de metanfetaminas, pero es fundamental subrayar que ningún estado ha dicho que el consumo de metanfetaminas se haya desplomado”, dijo Mark Woodward, de la Oficina contra Narcóticos de Oklahoma. “Es simplemente que han cambiado las fuentes: de cocinarla a importarla. El uso de metanfetamina y la adicción siguen siendo una epidemia todavía”, afirmó.
El número de laboratorios de metanfetaminas embargados en todo Estados Unidos alcanzó un máximo de casi 24.000 en 2004. El problema se volvió tan grave que se impusieron restricciones a la venta de pastillas para el resfriado y las alergias que contienen pseudoefedrina, una sustancia que permite fabricar metanfetamina casera al mezclarla con productos para el hogar, como líquido para encender fogatas o limpiador de drenajes. Esos medicamentos dejaron de venderse libremente en anaqueles y además se impusieron límites de compra y se hicieron seguimientos de las ventas.
Para 2007, menos de 7.000 laboratorios de metanfetaminas fueron incautados en todo el país. Los fabricantes y los usuarios respondieron al encontrar una manera de fabricar metanfetaminas con menos pastillas: una mezcla peligrosa que se realiza normalmente en una botella de refresco de dos litros. Este método de “sacudir y cocinar” llevó a más gente a fabricar la droga y un aumento correspondiente en las redadas antidroga, con lo que el total nacional de nuevo superó los 15.000 casos en 2010.
Como resultado, las leyes fueron endurecidas. Oregon, Mississippi y algunas ciudades y condados en estados con alta incidencia de metanfetaminas comenzaron a requerir recetas médicas para la compra de píldoras con pseudoefedrina.
Para el año pasado, los embargos cayeron a alrededor de 9.500, según estadísticas de la DEA.
Aprovechando la oportunidad de las redadas contra los fabricantes de metanfetamina en Estados Unidos, los cárteles mexicanos recurrieron a una vieja receta conocida como P2P, que apareció por primera vez en las décadas de 1960 y 1970, según los expertos. La receta utiliza el compuesto orgánico fenilacetona prohibida en Estados Unidos, pero disponible en México, de acuerdo con la DEA en lugar de la pseudoefedrina.
Como resultado, la pureza de la metanfetamina hecha en México aumentó desde 39% en 2007 a prácticamente el 100%, declaró Jim Shroba, agente especial a cargo de la oficina de la DEA en St. Louis. Mientras tanto, el precio se redujo en dos tercios.
Tennessee, que a menudo se ubicaba en primer o segundo lugares en incautaciones, está “viendo un influjo significativo en la disponibilidad de metanfetamina mexicana”, dijo Tommy Farmer, director de la Fuerza Especial contra metanfetaminas en Tennessee.
Woodward dijo que la policía de Oklahoma escucha comúnmente que los usuarios han aceptado la metanfetamina mexicana, que alguna vez fue considerada de menor calidad que la droga que se hace en Estados Unidos.
“Y además no tienen que arriesgarse a una voladura en su laboratorio o a ser descubiertos en una farmacia”, dijo.