Duncan nació con las patas traseras deformadas que le fueron amputadas para remover el peso muerto.
El bóxer de nueve meses pertenece a Amanda Giese y Gary Walters, que administran un centro de rescate de animales, sin propósito de lucro, llamado Panda Paws Rescue, desde su hogar en Felida, en el condado de Clark.
El Columbian (http://bit.ly/1q0KWwf ) reportó que la pareja llevó a Duncan a Rockaway Beach, en la costa de Oregon, en marzo y que tomó el video del animalito corriendo por la arena.
Giese dijo que trataron de acomodarlo primero en una silla de ruedas especial, pero a Duncan le disgustaba y pudo arreglárselas sin ella.