Por Gabriela Sotomayor. Corresponsal
Ginebra, 14 Sep (Notimex).- El Alto Comisionado de Naciones Unidas para Derechos Humanos (ACNUDH), Zeid Ra’ad Al Hussein, manifestó su preocupación por la decisión del gobierno de Venezuela de deportar a más de un millar de colombianos.
Estoy preocupado por la reciente deportación colectiva de más de un millar de colombianos desde Venezuela, dijo al iniciar la sesión de otoño del Consejo de Derechos Humanos de la Organización de Naciones Unidas (ONU).
Instó a las autoridades a tomar medidas inmediatas para garantizar la reunificación familiar y para prevenir nuevos abusos contra los colombianos, urgió.
Mi oficina ha sido informada de que se trataba de violaciones de derechos humanos, incluida la falta del debido proceso, destrucción de la propiedad y la separación de los niños de sus familias, indicó.
Los deportados pueden incluir un gran número de personas necesitadas de protección internacional, subrayó.
Esta expulsión generó tanto temor que miles más han huido de forma espontánea, señaló.
El embajador de Venezuela, Jorge Valero, al intervenir en el diálogo con Zeid afirmó que la opinión del ACNUDH es sesgada y no es la primera vez que emite juicios sin fundamentos en contra de Venezuela.
Aseguró que millones de colombianos que viven en el país gozan de los mismos derechos que los venezolanos. Todos los que realizan un trabajo honesto son bienvenidos.
El embajador venezolano aseguró que las relaciones con Colombia están perturbadas por el paramilitarismo y el narcotráfico.
Por su parte, al tomar la palabra la embajadora de Colombia, Beatriz Londoño Soto, subrayó que las deportaciones masivas de colombianos desde Venezuela han violado toda clase de derechos fundamentales.
Denunció que esta práctica ha separado familias por el hecho de que los padres son colombianos y los hijos venezolanos.
Además, varias casas de migrantes han sido marcadas para ser destruidas ( ) se ha usado alambre de púas en los pasos fronterizos y los pocos bienes de los deportados no han sido devueltos, deploró.
La diplomática colombiana calificó como inadmisible el trato indigno e inhumano dado a los colombianos antes de ser deportados.
Más allá de las diferencias entre ambos países, es intolerable la violación de los derechos humanos de los habitantes en la frontera, tanto colombianos como venezolanos, enfatizó.
Londoño dijo que los problemas de la frontera deben resolverse a través del diálogo y la cooperación.
Entendemos y aspiramos que los canales diplomáticos sean efectivos. Colombia seguirá defendiendo la dignidad y los derechos de sus connacionales, con la verdad en la mano y con espíritu conciliador, concluyó.