El procurador general de justicia del estado de Sonora, Carlos Navarro anunció el retiro de los cargos en contra de los padres adoptivos que le pagaron a un exfuncionario por los bebés cuya potestad fue retirada a madres pobres o drogadictas.
Carlos Navarro, señaló que los tres niños recuperados hasta ahora y colocados en un albergue, volverán a manos de sus padres adoptivos.
Ocho padres habían sido arrestados. Los líderes de la red de tráfico de menores permanecen prófugos.
Las autoridades señalaron que un funcionario de previsión social de Sonora quitó al menos nueve bebés a madres de escasos recursos o con adicción a las drogas, y los ofreció en adopción con papeles falsos a cambio de entre 5,000 y 9,000 dólares.
El procurador de Sonora señaló que se someterá a los infantes a pruebas de ADN en caso de que los padres biológicos los reclamen. Anteriormente había dicho que era posible que las madres biológicas no quisieran a los bebés.