Luego de una reunión con el presidente del país caribeño, Michel Martelly, en Bruselas, quien que tiene previsto visitar Haití en julio, el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, dijo que la contribución responde a la necesidad de asegurar un clima político estable y constructivo, a fin de que las reformas necesarias puedan ser implementadas.
El líder europeo señaló que, desde el terremoto que devastó Haití en 2010, muchos refugiados siguen viviendo en campos improvisados y son particularmente vulnerables, mientras que una gran parte de la población enfrenta pobreza y desigualdades sociales.
No obstante, apuntó que Martelly se mostró determinado a continuar trabajando para corregir esa situación y le indicó avances ya realizados en ese sentido.
Se trata, sin duda, de un esfuerzo de largo plazo, que requiere una firme voluntad y una clara visión del futuro que se desea construir, observó Van Rompuy.
Al mismo tiempo, la consolidación de las estructuras democráticas y del Estado que pueda ser concluida durante el mandato del presidente Martelly ya supondría un paso histórico, consideró.