Muere el poeta Amiri Baraka a los 79 años

Poeta Amiri Baraka

El jueves falleció el poeta Amiri Baraka a los 79 años de edad, tras permanecer hospitalizado desde el mes pasado en el Centro Médico Newark Beth Israel, informó su agente Celeste Bateman.

Posiblemente ningún escritor de las décadas de 1960 y 1970 fue más radical o polarizador que Baraka, conocido previamente como LeRoi Jones, y nadie hizo más para llevar los debates políticos de la lucha por los derechos civiles a las artes. Inspiró a toda una generación de poetas, dramaturgos y músicos, y su inmersión en las rimas y el lenguaje crudo de las calles fueron predecesores del rap, el hip-hop y la poesía slam. El FBI le temía tanto que era halagador y lo identificaba como “la persona que posiblemente emergerá como líder del movimiento panafricano en Estados Unidos”.

Baraka se unió a la caravana Beat de Allen Ginsberg y Jack Kerouac, y después se convirtió en el líder del Black Arts Movement, un aliado del Black Power que rechazaba el optimismo de los primeros años de la década de 1960 e intensificó una división sobre cómo debían participar los artistas negros en asuntos sociales, y si es que debían. Despreciaba el arte por el arte y la búsqueda de la unidad entre los negros y los blancos. Baraka era parte de una filosofía que pedía que se enseñara arte e historia negra y que se hicieran obras que llamaban descaradamente a una revolución.

Queremos ‘poemas que maten’”, escribió Barak en su famoso “Black Art”, un manifiesto publicado en 1965, el año en que ayudó a fundar el Black Arts Movement. “Poemas asesinos, poemas que disparan armas/ Poemas que llevan por la fuerza a los policías a los callejones/ y se llevan sus armas dejándolos muertos/ con la lengua de fuera y enviándolos a Irlanda”.

Tan ecléctico como prolífico, sus influencias incluían a Ray Bradbury y Mao Tse-tung, pasando por Ginsberg y John Coltrane. Baraka escribió poemas, cuentos, ensayos, obras de teatro, crítica musical y óperas jazz. Su libro de 1963 “Blues People” ha sido considerado como el primero sobre la historia de la música negra escrita por un negro. El verso de su poema “Black People!” — “Up against the wall mother f—–” (contra la pared, p…) — se volvió un eslogan de la contracultura para todos, desde estudiantes hasta la banda de rock Jefferson Airplane.

Décadas antes, Baraka se había declarado un nacionalista negro dispuesto a “romper el agarre mortal de los Ojos Blancos”, después dijo ser un marxista-leninista dispuesto a acabar con los imperialistas de todos los colores. Sin importar su nombre o ideología, estaba comprometido con el movimiento de “lucha, cambio, lucha, unidad, cambio, movimiento”.

“Todos los juramentos que hice fueron reflejos sinceros de lo que sentía, de lo que pensaba que sabía y entendía”, escribió en un ensayo de 1990. “Pero esas creencias cambian y el trabajo demuestra esto también”.

Sus detractores lo criticaban por ser bufonesco, homofóbico, antisemita y demagogo. Pero otros lo calificaban como un genio, un profeta y el Malcolm X de la literatura. Eldridge Cleaver lo reconoció como el bardo de los “hechos funky”. Ishmael Reed reconoció al Black Arts Movement por impulsar artistas de todos los orígenes y apoyar el surgimiento del multiculturalismo. El académico Arnold Rampersad lo colocó junto a Frederick Douglass y Richard Wright en el olimpo de las influencias culturales negras.

 

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