La movilidad urbana en las grandes ciudades de Brasil es un motivo de preocupación de cara al próximo Mundial de 2014, lo que llevó al gobierno a decretar feriado en las ciudades que tendrán partido cada día para evitar que el tránsito dificulte el traslado de los aficionados a los estadios.
“En asociación con estados y municipios estamos invirtiendo 143.000 millones de reales (60.000 millones de dólares) y estamos haciendo obras que van a mejorar el transporte colectivo en nuestras ciudades grandes y medianas y dar más calidad a la vida de las personas”, dijo la presidenta Dilma Rousseff en su programa radial semanal Café con la Presidenta. Precisó que el dinero servirá para construir líneas de metro, trenes urbanos, monorrieles, tranvías y carriles especiales para autobuses, por un total de 3.500 kilómetros.
Según la presidenta, las obras permitirán reducir el tiempo que las personas que viven en las ciudades brasileñas pierden al movilizarse hacia y desde sus lugares de trabajo. Señaló que la prioridad de las inversiones será para transporte sobre rieles porque tiene mayor capacidad de movilizar personas de manera más rápida.