El presidente Barack Obama visitó el miércoles un cementerio en Bélgica donde están las tumbas de soldados que murieron en la Primera Guerra Mundial, y allí exhortó a un mayor compromiso con la paz en momentos en que aumentan las tensiones por la intervención de Rusia en Crimea.
“Esta visita, este camposanto, nos recuerda que nunca debemos dar por sentado nuestro progreso”, declaró Obama en el Cementerio y Monumento Militar de Flandes, en el noroeste de Bélgica. “Debemos comprometernos por siempre con la paz, un compromiso que nos une de un lado a otro del océano”.
Tras el sonido fúnebre de la trompeta, Obama, junto con el primer ministro belga Elio Di Rupo y el rey Felipe, colocaron una ofrenda floral en el monumento blanco ubicado en el centro del cementerio, donde ocurrió una importante batalla en la Primera Guerra Mundial.
Los tres líderes caminaron juntos en medio de las lápidas, entre ellas las de 368 militares estadounidenses, la mayoría de los cuales dieron su vida para liberar a Bélgica de la ocupación alemana.
Los líderes belgas no mencionaron directamente al presidente ruso Vladimir Putin, pero en sus declaraciones claramente hicieron referencia a los sucesos recientes:
“Nuestros países han aprendido, por dura experiencia, que la soberanía nacional puede desaparecer” ante adversarios armados que no la respetan, expresó el rey Felipe.
“Debemos seguir aprendiendo las lecciones de esa guerra terrible que comenzó hace 100 años”, dijo Di Rupo. “Y sobre todo, tenemos que evitar más conflictos. Los que ignoran el pasado corren el riesgo de repetirlo”.
Obama vino a Bruselas en un intento por fortalecer los lazos con países europeos y asegurarles que la OTAN los apoyará. Además desea enfatizar la importancia de la seguridad en Europa un cuarto de siglo tras la caída de la Cortina de Hierro.
Obama tuvo un almuerzo de trabajo con funcionarios de la Unión Europea y luego se reunirá con el secretario general de la OTAN Anders Fogh Rasmussen.