La guerrilla de las FARC considera que los responsables del espionaje a los negociadores gubernamentales buscan hacer abortar el diálogo de paz que los rebeldes sostienen con el gobierno colombiano, afirmó el sábado el jefe de la delegación rebelde.
“Se necesita estar ciego para no ver que el propósito de esa actuación ilegal de los enemigos de la paz, es hacer explotar en mil pedazos el proceso de La Habana”, expresó Iván Márquez, jefe de los negociadores de las rebeldes Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, que desde finales de 2012 mantienen en Cuba un diálogo de paz con los delegados del presidente Juan Manuel Santos.
Márquez, cuyo nombre legal es Luciano Marín Arango, fijó la posición de la guerrilla en un comunicado que leyó ante la prensa, sin responder preguntas.
“Nadie entiende la voltereta del gobierno, que de la noche a la mañana cambia su apreciación, como veleta al viento, frente a tan graves hechos”, dijo el guerrillero.
El caso de espionaje divulgado el pasado lunes por la revista Semana en Colombia, reveló el monitoreo ilegal de correos electrónicos y mensajes de texto de los negociadores gubernamentales.
A raíz de esas revelaciones el presidente Santos relevó de sus cargos al general Mauricio Zúñiga, jefe de la inteligencia del ejército, y al general Jorge Andrés Zuluaga, director de la central de inteligencia técnica del ejército.
Santos dijo que ha ordenado “que se investigue… qué fuerzas oscuras, si hay ruedas sueltas dentro del ejército”. Negó que su administración tenga alguna responsabilidad en un presunto espionaje y ordenó una vasta investigación para determinar a los responsables de seguimiento ilegales a miembros de su equipo negociador de paz y a por lo menos dos políticos.
Márquez calificó de “muy honestas” las declaraciones del general de Ejército Juan Pablo Rodríguez cuando decidió “admitir que la operación de espionaje ‘Andrómeda’ estaba destinada a interceptar ilegalmente a los negociadores de paz”.
Según el comandante rebelde el gobierno de Santos se mostró “incoherente” en las diferentes declaraciones que hizo sobre este caso.
“No podemos compartir que las fachadas de inteligencia sean totalmente lícitas, que sus operaciones sean ajustadas a la ley (de inteligencia), y que no tengan nada de irregular”, comentó Márquez.
“Los francotiradores que de manera insensata y loca están disparando contra la solución política del más prologado conflicto del continente, deben ser inmediatamente desarmados” señaló Márquez. En tanto concluyó “si no pudieron ganar la guerra, déjennos hacer la paz”.
El gobierno de Colombia y las FARC adelantan conversaciones de paz en busca de una solución al conflicto armado interno de más de cinco décadas en ese país.
Las partes negocian en base a una agenda de seis puntos previamente acordada y ya avanzaron sobre dos de ellos: los problemas de la tierra y la participación política. Actualmente se dialoga sobre el combate a los cultivos ilegales y el tráfico de drogas.