Ralph Roberts, un pionero de la televisión por cable que llevó a Comcast de ser un pequeño sistema de TV de acceso restringido en Mississippi a una de las compañías de entretenimiento más grandes de Estados Unidos, falleció. Tenía 95 años.
Comcast dijo en un comunicado que Roberts murió el jueves por la noche en Filadelfia de causas naturales.
Roberts tenía cuarentaitantos años cuando saltó a la flamante industria de la TV por cable en 1963, cuando pagó medio millón de dólares para comprar American Cable Systems, una compañía en Tupelo, Mississippi, con 1.200 clientes.
Luego adquirió otros sistemas de cable, cambió el nombre de la compañía a Comcast y la dirigió hasta que fue un octogenario.
Le pasó el control de la compañía a uno de sus hijos, Brian, quien ahora es presidente y director ejecutivo de Comcast. El joven Roberts expandió la visión de su padre más allá y llevó a Comcast a adquirir NBCUniversal.
Roberts, que era conocido por ir al trabajo todos los días con corbata de moño, tenía grandes ambiciones. “Ralph siempre estaba pensando en lo que viene después, en cuál sería el siguiente acuerdo”, dijo Steve Burke, director ejecutivo de NBCUniversal, que ha trabajado en Comcast desde hace 17 años. “Él le dio su ADN a su hijo Brian, que siempre ha sido una persona realmente ambiciosa para la empresa”, agregó.
Ahora Comcast es el mayor proveedor de televisión por cable y servicio de internet para casa de Estados Unidos, así como el propietario de NBCUniversal, sede de la cadena NBC, varios canales por cable, los estudios de cine Universal Pictures y parques temáticos.
“Él rehízo la rama del cable. Cuando él empezó, había un montón de empresas de mamá y papá. Demostró que podía tomar esa idea y trasladarla a un negocio de los medios de todo el mundo”, dijo Terry Bienstock, ex consejero general de Comcast, que conoció a Ralph Roberts a principios de la década de 1980. “Todo lo relacionado con NBC será su legado”, agregó.
Ralph Joel Roberts nació en una familia acomodada en la ciudad de Nueva York el 13 de marzo de 1920. La familia poseía una cadena de farmacias en el condado de Westchester, pero los negocios dieron un giro grave durante la Depresión.
“Mi padre murió y perdimos todo nuestro dinero. Quienes no hayan tenido problemas financieros en sus vidas nunca podrán entender el terror que hay en eso“, dijo al New York Times en 1997.