Yuri es cristiana y lleva hoy una vida bastante tranquila pero no siempre fue así. La veracruzana habló sobre varios aspectos de su vida y de su carrera, la misma que se vio afectada por una adicción de la artista, que estaba realmente en secreto.
No solo eso, hizo una picante revelación, la fama le subió el ego, llevándola así, a querer una vida de excesos con sexo, alcohol y drogas.
El sexo fue su preferido, a tal punto, de considerarse una “prostituta sin cobrar”, confiesa la famosa cantante.
“No era una ninfómana, pero me encantaba el sexo. Tenía muchos amigos, que no eran tan amigos, que eran los que básicamente me conseguían a los muchachitos con los que yo me acostaba”, comentó la artista. Así es, leíste bien: “muchachitos”.
“No era feliz. A pesar del dinero y la fama me sentía sola, me deprimí”, indicó, al punto que pensó en atentar contra su propia vida.
Y entonces tocó fondo, le diagnosticaron unos tumores en sus cuerdas vocales, y que se pensó podría ser cáncer.
“Me extirparon los tumores y la biopsia confirmó que no eran malignos. La recuperación fue terrible: ¡dejar de hablar durante un mes! Entonces, ese fue como mi primer paso por el desierto y de ahí ya empecé a recuperar mi voz. Fue terrible, ¡yo lloraba! … Luego me retiré cinco años. Después, pararme en el escenario fue ya no sentirme la mejor, sino agradecer a Dios poder estar ahí”, relató.
“La recuperación fue terrible, dejar de hablar por todo un mes entonces ese fue como mi primer paso por el desierto”, dice Yuri.
Confiesa haberse dado cuenta de que lo que buscaba con cada adicción era llenar vacíos de infelicidad. Paradójicamente, una enfermedad le salvó la vida.
Hoy es madre y esposa, vive una etapa diferente de su carrera y, después de la tormenta, está a punto de cumplir 40 años sobre los escenarios.